EL ESCRITOR DE PRAHA 03.07.83....03.06.24

La antigüedad de la herida, más que su profundidad y su proliferación, es lo que la hace dolorosa. Ser desgarrado una y otra vez en el mismo canal de la herida, ver otra vez en tratamiento la herida que ha sido innumerables veces operada, eso es lo malo.


Nada acabará con esa cabeza tuya dura, clara, realmente vacía, nunca cerrarás tus ojos, arrugarás tu frente, temblarán tus manos inconscientemente o de dolor, lo único que sabrás hacer será describirlo.

Los látigos con que nos hemos azotado mutuamente han echado buenos nudos en estos cinco años.

Terminando de leer los Diarios de Franz Kafka, una aventura desconcertante, curiosa, distinta, no tan kafkiana como podría pensarse, no tanto como algunas de sus novelas.
Infunde respeto leer sus últimos años, cuando sabía que tarde o temprano la enfermedad se lo llevaría.
Curioso que trabajara algún tiempo para la multinacional italiana para la que trabajo yo, hace justo ahora 99 años.

escuchando - The Killers - When You were Young