LA PUTA CALLE

Viernes.
Serían las siete y media, quizás algo más tarde.
Me dirigía al gimnasio, escuchando música y sintiendo una vez más lo bien que se escucha el ipod. Acababa de echar un par de columnas del Euromillón. Iba pensando no en el típico pensamiento ingenuo de "¿y si me toca?", sino en el trabajo, en recordar las cosas que tenía pendientes para el Lunes y así dejarlas a un lado y relajarme el fin de semana. Comencé a pensar también en los extras que voy a percibir a partir de Enero y que van a hacer que gane bastante más que ahora y lo bien que me hace sentir. Iba satisfecho hacia el gimnasio, me sentía bien. Incluso puede que fuese cantando. ¿Sería por eso la sonrisa de aquella abuela al pasar a mi lado justo en el estribillo de la canción?....


Crucé por una pequeña galería en los bajos de un edificio, no suelo coger por ahí, y me llamó la atención un colchón en un recodo escondido de la galería y una almohada sobre él. Parecían límpios, parecían casi nuevos.... lo "normal" es ver cartones o un colchón de gomaespuma, pero este era de los buenos, de muelles....Pikolín o Lomonaco por lo menos.... y pensé que algún sintecho había triunfado al encontrarlo.... me extrañó que el sintecho triunfador no estuviese allí porque si yo viviera en la calle "mataría" por un pack de colchón y almohada límpios y nuevos como aquellos, y además aquel colchón que no era cualquier colchón.... algo sublime comparado con el habitual suelo de cartones....



Después de una buena sesión en el gimnasio, con el añadido de que después bajé a nadar un rato y tenía toda la calle entera para mí (ventaja de nadar los viernes), volvía a casa realmente a gusto (qué bien sientan los masajes de chorro gordo de agua y la sauna) cuando me encontré de nuevo en la esquina de la pequeña galería interior, justo en el recodo del colchón....y mi satisfacción se inquietó al ver aquello....

Sobre el colchón había una manta marrón, y se notaba que estaba límpia, podría ser como cualquier manta que podamos tener en casa, totalmente límpia....bajo la manta estaba aquel hombre, de unos 50 años, con el pelo cortado, bien peinado, cara afeitada y sus gafas de óptica.....chaleco azul marino aparentemente de calidad, y una camisa blanca a rayas azules que no dejaban ver la más mínima señal de suciedad.... aquellas eran ropas en buen estado....el hombre miraba al infinito....me estremecí con la sensación de que aquella era la primera o de las primeras noches que ese hombre dormía en la calle....y no paré de pensar en qué le habría podido suceder a aquel hombre para enconcontrarse de repente en aquella fría y ventosa noche tirado en la calle con el colchón caro, las ropas límpias, almohada y manta en buen estado.... un hombre que seguro hace poco vivía y dormía en una casa, en su casa....¿lo echaron del trabajo y acabó embargado? ¿la mujer lo echó de casa? ¿se divorció y el juez lo dejó sin nada?.....¿nos puede pasar eso a cualquiera?....




Llegué a casa, me senté en mi cama y me quedé mirando un buen rato la habitación....igual me pasó al abrir el frigorífico y verlo lleno de comida.... igual cuando me senté en el sofá y puse la estufa para calentarme....y puede ser que al acostarme le lanzara un beso y una sonrisa al techo que tenía encima.



A veces me olvido de las cosas que son realmente importantes.

Cada vez veo más personas viviendo en la calle en Sevilla. Se un lugar donde ya viven en comunidad y hasta hay una tienda de campaña en plena calle.