LECCIÓN DE HISTORIA

El pasado viernes, en solo 30 segundos me dieron la mejor lección de historia que me han dado en mi vida. En 30 segundos me hicieron ver lo ridículo del fanatismo político. Ese fanatismo político que tan preocupado observo renacer poco a poco, como si no bastara la historia para no cometer errores, ese fanatismo que algunos solo ven venir desde una dirección y yo veo venir desde todos los lados.

Me encontraba visitando a las hermanas de mi abuela. Señoras bastante mayores, muy entrañables, cariñosas, y la mayor de ellas con una inteligencia y viveza de pensamiento que ya quisiera yo tener cuando tenga su edad, si es que llego a esa edad. Vi en la pared la foto que inicia este post....


- Esa foto no la conozco, nunca la había visto....
- Cógela, cógela....el del centro es tu abuelo. Vino de visita, estaba en la guerra y le dejaron venir unos días y mi madre quiso hacer la foto antes de que volviera al frente....tenía 18 o 19 años.....

Y llegó la lección....hablaron entre ellas....

- Qué mal lo pasó mamá....
- Pobrecita, lo pasaba muy mal, muy mal....
- Se pasaba todo el día sentada preguntando dónde estaría su hijo, qué estaría haciendo, si estaría pasando hambre o frío, si seguiría vivo o si lo habrían matado....
- Se sentaba en el sillón y se pasaba horas y horas haciéndose esas preguntas, la pobre lo pasó fatal....


Mi abuelo regresó de la guerra con un balazo en el hombro. Y yo regresé de esa visita pensando en todas esa madres que vivieron la guerra, pensando en lo estúpido y ridículo de las ideologías llevadas a extremos, convencido de que si las madres decidieran jamás habría guerras en el mundo.