AQUELLA LLAMADA....

Ella vino desde el Sur de América.
Vino con el frio del Invierno. Vino casi sin avisar y entró sin llamar. Cuando vimos que habíamos dejado la puerta abierta habían pasado meses....

Fueron días hermosos, días de grandes momentos inolvidables, largas noches agotando nuestros cuerpos en sábanas repletas de secretos, devorándonos a besos, días de ropas tiradas en el suelo junto a las camas, junto a sofás, a sillas, en suelos, en arenas....momentos susurrando promesas de eternidad, momentos de espontaneidad, de atrevimientos impensables....días de magia, de risas y sonrisas....

Y se fue.

Pasaron años. Sucedieron contactos, saludos, muestras de afecto, recuerdos revividos en palabras. Pasaron más años.


Hace poco se puso en contacto conmigo. Tenía algo importante que decirme. Quería que yo lo supiera.

- Bueno dime, ¿qué es eso tan importante que quieres contarme?
- Jóse, me estoy muriendo. Lo digo en serio. No tiene cura. Me muero.

Nuncá pensé escuchar el sonido del alma quebrándose, crujiendo como la madera seca.