LA FOTO

La primera vez que vi la foto quedé impresionado.
Primero, porque creí que era una pintura, que no podía ser una foto.
Segundo, por la escena de tremendo dolor y desesperación que muestra.
Tercero, por la sensación de paz que refleja el cadáver del hombre.
Y cuarto, por la belleza de la foto, a pesar de lo que muestra.

Y tras haberla observado muchas veces, me sigue pareciendo una pintura, un cuadro barroco. La parte izquierda es increíble. Esos colores, esos tonos, la luz....¿Vermeer tal vez?.
Aparece al fondo, en esa parte izquierda, una señora medio en penumbra, casi escondida....como Velázquez en las Meninas, como observando la imagen desde fuera, como si hubiese sido ella la pintora de esta fotografía.

Y la mujer de la derecha, la única que mira al pintor, al fotógrafo. La única que ya ha abandonado el dolor y la desesperación, y deja ver en su mirada el odio, el cansancio de una guerra que no comprende, la muerte de un familiar, de un amigo o de un vecino, a la que no termina de encontrar sentido, sin saber aún que no encontrará nunca una respuesta a esa pregunta. Esa mirada da miedo, es odio puro, es de un dolor enorme, de una impotencia gigantesca.

Y el rostro de la mujer que ocupa el centro de la imagen....la imagen más viva de la desesperación. No hace falta decir nada más.
Solo mirar, observar, esta dolorosa, desesperada y triste maravilla de cuadro barroco pintado con cámara fotografíca.

Esta fotografía fue tomada el 28 de Enero de 1990, en Kosovo. Fue premiada con el Word Press Photo Award como Foto del Año en 1990.
El autor es Georges Merillon.


Posiblemente la fotografía que más me ha impresionado en toda mi vida. Posiblemente la fotografía que mejor ha sabido unir la belleza plástica con el dolor tremendo de la muerte.

Ojalá haya servido a alguien para darse cuenta de lo inútil de la guerra.